El analfabetismo, la ignorancia. La cultura del hogar es muy baja y los muchachos carecen de medios para acudir a la escuela. El Estado les facilita los libros, pero el resto del material y vestuario tiene que proporcionarlo la familia: uniforme, calzado, cuaderno, matrícula, etc. Y el niño prefiere no asistir, si le faltan útiles necesarios o tiene que presentarse con chinelas cuando las normas exigen llevar zapatos.
A los niños filipinos les gusta ir limpios, pero si sólo poseen un uniforme, la limpieza será a costa del sacrificio de su madre para lavarlos por la noche. Si es día lluvioso, la ropa no llegará a secarse a tiempo. |